Tipos de oficina o la deconstrucción del espacio laboral

No solo las tortillas de patatas han sido objeto de deconstrucción, como la famosa realizada por el pionero cocinero español Ferran Adrià. También los espacios de trabajo han modificado su identidad, ofreciendo un abanico de tipos de oficina que no responden a caprichos, sino a las distintas necesidades que requieren los trabajos modernos, pero también a las nuevas formas de trabajo, de horarios, de gestión de los recursos humanos y de las necesidades de producción. 

Esta evolución se entiende como una buena noticia, ya que responde a nuevas necesidades de trabajo, pero también a una nueva mentalidad, más abierta, más flexible, que va más allá de las oficinas cuadriculadas. 

En el blog de Kudos, hemos visto ya algunas de estas nuevas oficinas, que repasamos a continuación, con la inclusión de otras que no fueron reseñadas en su momento.

Oficinas abiertas: abajo las paredes

Con oficinas abiertas hablamos de espacios de trabajo diáfanos, estilo loft, que priorizan la amplitud de miras, la sensación de espacio, de amplitud y de paso una comunicación más fluida y fácil entre los compañeros. Así es la oficina moderna, con amplias zonas comunes, huyendo de las cuadriculadas oficinas convencionales.

O entre trabajadores autónomos que coinciden en esos espacios, ya que los centros de co-working a menudo se organizan así. Esto permite también el networking y aumenta la sensación de equipo para aquellos que, precisamente, al trabajar por cuenta propia, no tienen dicho equipo, ni actividades de team building posibles. 

Las ventajas pasan por el ahorro en mobiliario, la sensación de apertura, y la cercanía entre sus miembros, pero también hay que tener en cuenta que no todos valoran de igual manera este tipo de estructura, y hay quien confiesa producir menos bajo el modelo de espacio de trabajo abierto. 

Oficinas flexibles: un paso más en la apertura

Se parecen a las oficinas abiertas en filosofía a menudo en su estructura: grandes espacios abiertos, un tanto industriales, de batalla, en los que poder trabajar con los medios necesarios para ello: mesas (a menudo corridas), buena conexión wifi, bien de enchufes y cargadores, luz natural, buen aire acondicionado y algún que otro espacio para el descanso. 

Aquí, el acento se pone en los horarios, en la flexibilidad para que cada cual entre y salga a su antojo, siempre que cumpla, claro, con sus responsabilidades. Los espacios flexibles tratan de ofrecer el máximo de horas posibles de apertura, conscientes de que cada trabajador, tanto si es autónomo como no, puede tener sus periodos de productividad particular a lo largo del día. 

Se trata de un concepto que se adecúa más a cada perfil y que permite conciliar la vida laboral y familiar, pero también el ocio. ¿Te gusta nadar por las mañanas y producir a destajo del mediodía al final del día? La oficina abierta es tu opción.

Luego están los espacios corporativos, normalmente en el seno de grandes empresas, que también se articulan bajo estas estructuras, pero con una política más acorde a su trayectoria y sus propios hábitos de trabajo.

Oficinas virtuales: una tendencia al alza

En un tiempo en que muchas empresas buscan reducir al mínimo los gastos fijos, las oficinas virtuales llegan como una alternativa convincente para muchos. Se trata, como su propio nombre indica, de oficinas en la nube, lugares que no existen como tal, y que buscan cohesionar a los trabajadores en remoto pero con una cierta unidad.

La que les provee contar con cuentas de correo corporativas, un número de teléfono asociado a la empresa (como los números fijos de toda la vida) y el respaldo de formar parte de una empresa estructurada, solo que sin sede física. 

O con una sede física simbólica, a menudo ubicada en espacios de co-working atractivos y bien ubicados, para las visitas de clientes, reuniones puntuales o celebración de eventos. Con ello, se reducen radicalmente los gastos que pueda generar el alquiler de un local, pero la empresa sigue manteniendo la imagen corporativa, un lugar físico de referencia, algo que siguen apreciando los clientes y potenciales socios, así como ese espacio que sirve de base. A veces para cosas tan prácticas como la recepción de paquetes. 

Tipologías de oficinas adaptadas a los nuevos tiempos como los distintos espacios que ofrece Kudos Workplace a empresas innovadoras y llenas de energía y creatividad. ¿Aún no has venido a visitarnos? Quizá ha llegado la hora de crear un nuevo tipo de oficina: la tuya.