Ventajas de trabajar en un espacio de trabajo sostenible

A veces puede sonar a tópico, por lo trillado del término: autobuses sostenibles, motocicletas sostenibles, patinetes sostenibles y oficinas verdes y sostenibles. ¿Estamos abusando del término? En Kudos creemos que no. Al menos en nuestro caso, al tratarse de una apuesta firme y comprometida, en las antípodas de la etiqueta vacía. ¿Aún no conoces nuestros edificios? Una visita a nuestras instalaciones te permitirá descubrir de primera mano cómo incorporamos la responsabilidad medioambiental y el impacto social positivo en nuestros planteamientos.

 

¿Qué es un espacio de trabajo sostenible?

Antes que nada, conviene delimitar en la medida de lo posible el concepto. Un compromiso que no es humo con su dióxido de carbono, sino que se puede medir y es limpio. Para ello están las certificaciones LEED y BREEAM que avalan una trayectoria comprometida con el cuidado del medio ambiente en la vida cotidiana y que se puede demostrar con datos.

Una oficina sostenible trata de integrar una actitud respetuosa con el medio ambiente que no se queda en declaración de intenciones, sino que pasa a la acción. Con medidas concretas para reducir las emisiones de gases contaminantes, por ejemplo. Como con la promoción del transporte público, con acuerdos con compañías que a su vez usan una flota sostenible, con el fomento de puntos de recarga para vehículos eléctricos, aparcamientos para bicicletas, etc.

La oficina sostenible puede ser el espacio de trabajo en concreto, pero también todo lo que la rodea, el entorno en que se ubica, y los modos de acceder a ella.

 

¿Cómo se miden los espacios de trabajo sostenibles?

No obstante, los espacios de trabajo que se denominan sostenibles, los espacios de trabajo abiertos, como también se las conoce, son también lugares concretos que realizan determinadas prácticas encaminadas a reducir la huella ecológica. Para ello, se realizan seguimientos mensuales de suministros y se hace un registro de la calidad del aire interior.

También es fundamental emplear aplicaciones que miden las emisiones contaminantes, así como realizar un control de los residuos con las miras puestas en el reciclaje. Los estándares de calidad (ISO9001 e ISO14001) resultan claves y quienes los han recibido demuestran con hechos su compromiso medioambiental.

Aunque hablemos de datos objetivos, a veces son tantos los criterios, las normativas y las distintas exigencias en materia de política medioambiental que contar con un software de gestión medioambiental puede ahorrar mucho tiempo y dinero.

 

¿Cómo lograr tener un espacio de trabajo más sostenible?

Además de regular la cuestión de las emisiones, cumplir al máximo con el reciclaje y emplear fuentes sostenibles, como las energías verdes, hay gestos más sencillos y que cualquier empresa, por pequeña que sea, puede incorporar a su rutina:

 

Actividades fuera de la oficina

Hacer uso de espacios públicos, cuando el tiempo lo permita, para reducir el coste energético (en calefacción o aire acondicionado) y de paso fomentar actividades de ‘team building’.

Reducir el uso de envases de plástico y promover la ‘vajilla propia’

Es decir, que cada cual cuente con su propia taza o juego de platos, evitando así recurrir a productos desechables con el consiguiente daño al medioambiente (recordemos que el plástico y sus derivados constituyen una de las amenazas más lesivas para los ecosistemas, sobre todo los marinos).

Incorporar dispositivos integrales y multifunción

Una impresora para muchos co-workers siempre contaminará menos que muchas impresoras. Y más si además realiza varias funciones en una. El lema sería: cuantas menos máquinas, mejor.

Fomenta la luz natural

Además del ahorro energético y recibir facturas de luz menos dolorosas, la luz natural crea buen ambiente, aporta vitalidad, mejora el ambiente laboral y la productividad. En Kudos, contamos con oficinas que se orientan hacia la luz, hacia el exterior, contribuyendo a reducir la huella contaminante mientras se mejora el bienestar de los usuarios.