Descubre los beneficios de escuchar música en el trabajo

Los periodistas se lamentan cuando tienen que transcribir entrevistas y, por tanto, tener los oídos ocupados. Es un tiempo en que físicamente no pueden escuchar música en el trabajo, con lo que se pierden los distintos beneficios que esta práctica tiene en relación con la productividad y la motivación.

Si bien a menudo se ha pensado en la música como una distracción o algo ajeno a la práctica laboral, hoy se valora la capacidad de la música para concentrarnos, para lograr esa focalización necesaria en tu puesto de trabajo. Pequeños detalles, como ingerir en el momento justo el aperitivo adecuado, que ayudan a crear jornadas de trabajo redondas.

Cómo la música te puede ayudar a trabajar

La música puede contribuir a mejorar la concentración. Al mantener ocupada cierta parte de nuestro cerebro, la música puede reducir la tendencia a buscar otros estímulos. Las personas con dificultades de atención o incluso síndrome de TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) pueden verse también beneficiadas, como demuestran diversos estudios con niños.

Además, está el factor motivacional, como bien sabe el entrenador de fútbol Pep Guardiola, que en los últimos años ha empleado canciones del grupo británico Oasis para arengar a sus jugadores en el vestuario en partidos clave. Así, canciones como Don’t look back in anger, estarían entre las elegidas por el actual técnico del Manchester City para eliminar el estrés previo a un partido y añadir dosis de valor. También lo hizo, en su etapa culé, con el ‘Viva la vida’ de Coldplay. ¿Música contra la angustia? Parece ser que funciona.

Estimulación y relajación: distintos beneficios de la música

Escuchar música contribuye a segregar dopamina, una sustancia que provoca distintas emociones, a veces de euforia, otras de hipersensibilidad, pero que bien canalizada puede convertirse en una muleta fundamental para ofrecer ese extra. La música para alcanzar ese plus, esos gramos de genialidad, de creatividad, de valor añadido, que marcan la diferencia y nos diferencian de la competencia. Y sin efectos secundarios.

Por otro lado, la música puede servir como calmante, como un elemento para luchar contra el estrés. Porque escuchar música nos conecta con el presente, con el aquí y ahora y, en otras palabras, podemos decir que la música reduce la ansiedad. Porque la música conecta con nuestro yo más profundo, con los latidos de nuestro corazón, en sentido literal, lo cual ayuda a centrarnos.

Cierta música repetitiva, como los trabajos minimalistas de creadores como Philip Glass, Brian Eno o Steve Reich pueden ayudar a entrar en un estado de relajación mental de gran ayuda para concentrarnos en el trabajo. No solo nos generan un extra de motivación, sino que al mismo tiempo ayudan a poner el cerebro en modo ‘focus’.

¿Todo tipo de música ayuda?

No está claro qué tipo de música tiene más poder benéfico. Depende de gustos, caracteres, biorritmos, temperamentos, situaciones concretas, horarios del día y un montón de elementos más. Por eso, a no ser que uno sea Pep Guardiola y se lo pueda permitir, es complicado elegir una música para estimular a todo un grupo. Es arriesgado, aunque también puede funcionar, precisamente por la fuerza del ‘team building’.

En cualquier caso, a nivel individual es más fácil acertar. Que cada cual se aplique su musicoterapia, en función de su estado de ánimo concreto, del momento del día o de la tarea que tenga que acometer. Para un encargo complicado puede venir bien la Cabalgata de las valquirias de Wagner, pero para un trabajo más automático se puede agradecer el ritmo más pausado y evocador del piano de Ludovico Einaudi, por ejemplo.

Respeta el derecho al silencio

Y, a ser posible, con los debidos auriculares, ya que tus gustos musicales no siempre coincidirán con los de tu compañero de trabajo. Y que hay quien también prefiere el silencio para trabajar, elevado en su momento a categoría de música en la famosa pieza de John Cage titulada 4’33”. Recuerda, como vimos en este artículo, la importancia de las buenas prácticas en tu ambiente de trabajo.

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