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Enhorabuena: ¡la semana laboral de cuatro días ha llegado!
En la estación de la Estación del Arte se lee una frase atribuida a Picasso que dice: Todo lo que puedes imaginar es real. Vale, uno puede imaginarse millonario en un resort de Punta Cana y la realidad es bien distinta, pero no estropeemos la belleza de un aforismo con nuestro espíritu aguafiestas.
Picasso se refiere al poder transformador de nuestros deseos, a la capacidad de conseguir algo si realmente lo queremos y para ello, claro, ponemos los medios a nuestro alcance para conseguirlo.
Algo así debió de pensar el autor del exitoso libro La semana laboral de 4 horas, Timothy Ferriss, cuya idea prendió como una chispa en un matojo de ramas secas en agosto. Un libro tentador que se vende como la fórmula de un éxito personal y económico instantáneo y que, por tanto, hay que leer con reservas, prejuicios y, dicho en cristiano, sin fliparse.
Porque entre sus reclamos se encuentran el de ganar el doble de dinero trabajando menos de la mitad, no depender de un sueldo, ser libre, creativo, el jefe de uno mismo y, a la postre, feliz. ¿Utopía? Quizá no tanto, si se aplican las ideas con la debida mesura, los pies de plomo y teniendo claro un concepto: ser responsable de uno mismo puede ser un buen camino; no solo en cuanto a crecimiento económico sino en cuanto a productividad, en una eficacia que se traduzca en una multiplicación de los ingresos.
Cómo se organiza la jornada laboral de 4 días
Hay quien se refiere a la jornada laboral de 4 días o jornada de 4 días , aunque lo más apropiado es hablar de semana laboral de 4 días. Mientras los Beatles anhelaban una semana de ocho días (en su famosa canción Eight Days a Week), los nuevos gurús de la organización del trabajo abogan por reducir los días productivos de cinco (o seis en algunos casos) a cuatro. Entre sus beneficios, entre otros muchos, reducir el estrés laboral.
Una práctica que en lugares líderes en recursos humanos y optimización laboral como Países Bajos ya se lleva a cabo desde hace años, con notables resultados no solo a la hora de cuadrar los balances anuales, como en cuanto a motivación de la plantilla. ¿Te imaginas tirar el boli a las seis de la tarde un jueves y no tener que pensar en el trabajo hasta el lunes por la mañana?
¿Eres capaz de asumir esa vida en la que descanso y trabajo van casi de la mano, hasta el punto de despejar la cabeza del tal modo durante el periodo de relajación que llegue un punto en el que incluso te apetezca trabajar? ¡Es posible! Adiós a la angustia del domingo por la tarde y hola a las ganas de trabajar, a la motivación siete días de siete y, en general, a la conquista de un bienestar duradero.
En el libro de Ferris, se proponen cuestiones que tienen que ver con un cambio de actitud. Por ejemplo, con ir a lo esencial y deshacernos de aquello que no sea imprescindible, algo que puede afectar incluso a nuestro lugar de residencia. Ser nómadas (digitales o no) puede ayudarnos a ir más ligeros de equipaje, reducir nuestros gastos y tener más fortaleza siempre que podamos dedicarnos al teletrabajo.
También se aportan ideas concretas no exentas de polémicas, como la de contar con asistentes personales para ganar tiempo al delegar las tareas más pesadas y procelosas en ese personal al cargo. ¿Cómo? Contando con asistentes de países emergentes que verán de buen grado realizar esas labores a un precio económico para nosotros pero que en sus lugares de origen les resultará razonablemente bien pagado.
El Gobierno y el proyecto piloto de semana de 4 días
Más allá de esas propuestas entre reveladoras y algo arriesgadas, el Gobierno de España prepara una medida que afectaría de manera al día a día a decenas de pymes. Sobre la mesa, ayudas de hasta 150.000 euros para aquellas empresas que quieran implementar esta modalidad de jornada durante al menos dos años y se comprometan a establecer semanas laborales de cuatro días.
La medida se publicará en el primer tramo de 2023 y está dotada con 10 millones de euros en subvenciones directas para que las pequeñas y medianas empresas palíen los perjuicios que, en el periodo de adaptación, puedan llegar con la adaptación del nuevo tipo de medida.
No olvidemos que el coste salarial de la jornada laboral de 4 días puede incrementarse, debido a la necesidad de suplir horas de servicio (que el actual personal no cubre) con nuevo personal.
El Gobierno ha querido dejar claro que esta nueva medida, de implantarse, no puede suponer en ningún caso una reducción de salario para el trabajador, de ahí que la batería de ayudas tenga por fin subsanar aquellos ajustes necesarios al poner en práctica, por parte del empresario, esta revolucionaria medida.
Está claro que reducir la jornada tiene ventajas y desventajas, la conciliación laboral y familiar sería más sencilla, pero no son pocas las empresas recelosas de esta medida.
Y tú, ¿te atreves trabajar solo 4 días a la semana? Eso sí, si trabajas en Kudos echarás de menos disfrutar de un día de los cinco de la semana de sus estupendas instalaciones. ¿Aún no las conoces? Te esperamos.
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