< COMUNIDAD
Pausas activas en el trabajo: el secreto de la productividad
Así como la música no se entiende sin el silencio, el trabajo tampoco se entiende sin el descanso. Y, a menudo, sumergidos en la espiral de la productividad sin fin, olvidamos este pequeño detalle, lo que se traduce en un estrés nada beneficioso para nadie.
Porque a la larga genera problemas de salud, física y mental, y hace que la citada productividad se resiente, así como la calidad del trabajo realizado. Por eso son muy importantes las pausas activas en el trabajo
Porque la fuerza, la energía, se traduce en más capacidad para sobrellevar las jornadas de trabajo con entereza, así como con una predisposición a la creatividad. Y en determinados sectores, dicha creatividad vale oro.
Gestión del descanso eficaz
Hay mucho escrito sobre la gestión del sueño y la importancia de dormir bien para acometer los distintos retos labores. (Muy interesante es, al respecto, el pequeño ensayo de El don de la siesta (Anagrama), de Miguel Ángel Hernández, donde se hace una reivindicación de la siesta desde varios ángulos, entre ellos el de la división del día en dos fases: mañana y tarde con su cabezadita reponedora de rigor. Un detalle menor, incluso mal visto, pero que puede resultar clave para trabajar mejor).
Aunque la siesta no podría considerarse una pausa activa, como todo el mundo sabe. Dicho esto, ¿qué son las pausas activas? La respuesta es bien sencilla y está implícita en la propia denominación. La pausa activa es un periodo de descanso en horario laboral que se destina a practicar algún ejercicio.
Unos diez minutos o cuarto de hora que aprovechamos para hacer sentadillas, saltar a la cuerda, una tabla de abdominales o algunas posturas de yoga con movilidad articular. No hace falta llegar a sudar ni lanzarse en tromba a una sobrecarga aeróbica. Con unos ejercicios de estiramientos será más que suficiente.
Se trata más bien de desentumecer el cuerpo tras horas de trabajo, despejar la cabeza gracias a la actividad física y, con ello, tonificar cuerpo y mente en el trabajo. Una manera sencilla y accesible de combatir la vida sedentaria que implica el trabajo de silla y ordenador, bien sea en tu propia casa o en tu espacio laboral. Todo por mantener unos hábitos saludables.
Tipos de pausas activas en el trabajo
Todos tenemos la imagen de esos espacios flexibles de las empresas de Silicon Valley, con su puching ball o su mesa de ping-pong en el que programadores y diseñadores se dedican a desconectar tras fases de trabajo intenso. No es descabellado pensar que tras uno de esos descansos se han generado alguna de las ideas que cambiaron el curso de la tecnología.
Porque ese cambio de registro, esa alternancia en la actividad cerebral, da buenos y sorprendentes resultados. El escritor y académico Antonio Muñoz Molina decía que muchas de sus mejores ideas para sus libros le acaecían precisamente cuando no estaba escribiendo sino inmerso en una actividad mecánica como lavar los platos. Ojo a la magia de los movimientos circulares acompañados de jabón.
Así que no desdeñemos la importancia de la pausa activa para el bienestar de los trabajadores y el buen curso de los proyectos de la compañía. Para ello, se pueden habilitar espacios ad hoc, como una pequeña sala con un tenis de mesa, un billar, el citado saco de boxeo… También tienen su punto las míticas máquinas de pinball o flipper, que aportarán un toque retro a la oficina y generarán piques sanos entre la crew, al tiempo que ayudan a desentumecer las cabezas.
No son actividades excluyentes a otras más organizadas, fuera de las instalaciones, como las actividades deportivas presenciales que se llevan a cabo en Kudos Innovation Campus Las Mercedes. Las pausas activas se pueden realizar incluso en la misma silla de trabajo.
Hay van algunos ejemplos de ejercicios válidos como pausas activas en el trabajo: apretar y relajar los glúteos durante un minuto, con gran intensidad, estirar y contraer los brazos, estirar una pierna y luego otra, y mantenerla durante treinta segundos erguida, subir las rodillas hasta arriba, una y otra vez, a ritmos cada vez más rápido. Y un largo etcétera.
La idea es darle al cuerpo lo que pide, lo que le toca, una dosis de ejercicio, movimiento y acción al menos cada cuatro horas. Activar los músculos, liberarnos o incluso prevenir el estrés laboral. Merecerá la pena. Como también que vengas a visitar nuestras instalaciones y descubras un hábitat de trabajo de ensueño. ¿Aún no lo has hecho? Te esperamos con las puertas abiertas.
¿Quieres conocer nuestras oficinas? ¡Visítanos! 👋🏻