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El método pomodoro: gestiona tu tiempo de forma eficaz
Ninguna pizza que se precie en Italia estará exenta de su salsa de tomate o pomodoro, que es lo que significa este término. Como el tomate que da forma a los clásicos temporizadores de cocina, esos que te avisan de que las verduras ya están hervidas, y del que se tomó el nombre de técnica del pomodoro.
La creó un estudiante italiano allá por los años ochenta, buscando nuevas técnicas de concentración y gestión del tiempo. Sin saberlo, estaba creando también la técnica del slicing, de ‘slice’, que significa porción, como las de las citadas pizzas. Porque dividiendo y troceando, la carga de trabajo se hace más asumible, más ligera incluso.
25 minutos de concentración
Lograr 25 minutos de concentración en vez de dos horas de disperso trabajo es uno de los logros que permite la técnica del pomodoro. Hoy lo llamarían también ‘focus’ o ‘mindfulness’, pero el concepto es lo mismo: lograr la atención plena de la actividad que se realiza durante un tiempo determinado. Y como ocho horas seguidas de estudio puede sonar titánico, 16 sesiones de 25 minutos parece un reto mucho más asumible.
Aquello supuso una pequeña revolución para toda una generación de estudiantes y opositores (como aquel que encarna Jean-Louis Trintignant en la estupenda ‘La escapada’) que descubrieron que una gestión eficaz del tiempo no solo permitía ser más productivos, sino que aportaba más motivación.
La lucha contra la procrastinación
Está demostrado que el cansancio es el principal enemigo contra la productividad y el mayor aliado de la procrastinación. En otras palabras, cuando no hemos dormido lo suficiente, tendemos a despistarnos, a ceder a las tentaciones que nos aparecen de continuo, como participar en tal debate en Twitter o leer tal artículo, actividades que nos alejan de lo que se supone que debemos hacer: trabajar en lo que importa.
Porque a veces, en una paradójica actitud improductiva, nos privamos del descanso con la equivocada convicción de que así rendiremos más. Error. La gestión del descanso es tan importante como la del tiempo. Ahí se explica la popularidad del método pomodoro, ya que es un sencillísimo procedimiento que no solo ayuda a organizar el tiempo de trabajo, sino que pone en valor la importancia del descanso. Así, cada 25 minutos, se descansa otros cinco, y el cerebro puede oxigenarse y almacenar la información.
Otras técnicas de gestión del tiempo
Además de la técnica del pomodoro existen otros métodos para controlar el tiempo de trabajo, como la versión concentrada, nunca mejor dicho, del pomodoro, como es la de técnica de los cinco minutos. Su propio nombre ya lo indica todo, pero conviene saber que no son en realidad cinco minutos, sino una especie de truco para engañar en el buen sentido, a la voluntad.
Tiene que ver también con ese refrán que dice que lo que más cuesta, en la vida, es arrancar. De ahí eso de los cinco minutos… porque si uno se enfrenta a un trabajo ya troceado —de nuevo el ‘slicing’—, una vez que se haya puesto a la tarea ya no querrá salir. Es un pequeño truco psicológico que, en cualquier caso, ayuda. Y, sobre todo, si funciona a quien lo pone en práctica y se traduce en una mayor productividad, bienvenido sea.
Porque la gestión del tiempo, así como el espacio elegido para trabajar, es clave. ¿Aún no conoces nuestros edificios? ¡Ven a visitarnos y descubre un centro de trabajo donde la productividad se multiplica!