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Teletrabajo en España: las grandes empresas piden más días de oficina
Por momentos, parecía la panacea, la solución a todos los males. ¡El teletrabajo ha llegado para quedarse!, celebraban muchos, victoriosos ¡Teletrabajo desde casa!. Parecía que por fin iba a conciliarse de verdad trabajo y familia, que los horarios serían armónicos, que se reduciría la contaminación, el gasto en transporte, que ya nadie recurriría al batch cooking ni se hablaría de control de la jornada laboral.
Aquello sonaba muy bien en las mentes más optimistas, por no decir soñadoras. Porque la realidad es tozuda, decía aquel, y siempre se impone. Como que es un hecho que el trabajo presencial ofrece unas ventajas incontestables que no deberían relativizarse. Tanto es así que muchas empresas de gran volumen, sobre todo bancos, están reduciendo cada vez más los permisos para trabajar en remoto. Las ‘telecos’ y las aseguradoras, en cambio, se mostrarían más partidarias de cierta combinación, pero la tendencia parece ser la de una vuelta progresiva a la presencialidad.
Más cohesión y creatividad con el trabajo presencial
Uno de los argumentos contrarios al teletrabajo desde casa tiene que ver con el potencial que se pierde. Como si en lugar de contar con una orquesta, la empresa se dividiera en una nómina de solistas individuales. Como si, en lugar de tener un pelotón compacto y que avanza sólido y fuerte, la fuerza laboral dependiera de diversos corredores de fondo, de solitarios escapados que buscan suerte al esprín antes de que el pelotón los absorba.
Es cierto que son varias y diversas las ventajas y desventajas del teletrabajo, pero también que ha llegado la hora de ponderar, o recordar, los beneficios de la presencialidad. Entre los artistas, son pocos los que realmente trabajan de manera individual. Hasta el escritor de novelas acaba buscando el feedback de otros autores que leen su manuscrito, o de los editores. No obstante, suelen quejarse de lo solitario de la profesión, y en la actualidad no son pocos los escritores que se ‘alían’ para crear sus novelas (el caso Carmen Mola, sin ir más lejos).
La “magia” del trabajo en equipo
Son muchos los consultores que consideran que la presencialidad, el tacto, el vis a vis, la convivencia y, en suma, el roce diario, generan una “magia” que se traduce en mayor creatividad. No solo por la capacidad de contrastar las ideas en todo momento o de recibir ‘inputs’ que enriquezcan esas ideas, sino por la sana competitividad que se genera cuando uno está codo con codo con los compañeros de trabajo.
Por otra parte, está demostrado que el trabajo en equipo, la presencialidad en oficinas, ya sean abiertas, flexibles, corporativas o convencionales, reduce considerablemente uno de los mayores problemas del teletrabajo: la procrastinación. Porque el trabajo en equipo genera también una vigilancia mutua que, lejos del 1984 de Orwell, se traduce en una mayor disciplina al sentir la presencia de los demás. No hacen falta estudios sesudos para confirmar que en casa, en ropa cómoda y en zapatillas, hay más tentaciones de ver el enésimo vídeo de gatitos que en un ambiente laboral estructurado y rodeado de compañeros.
Habrá quien considere que esto resta ‘magia’, aunque también hay algo mágico en disfrutar de esos momentos de ocio y evasión fuera del tiempo de trabajo.
Más beneficios de la presencialidad laboral
Si bien, como decíamos, parece que el teletrabajo venía a ser el remedio contra todos los males, estudios recientes, como uno realizado por LinkedIn, apuntan en otra dirección. Es más, según dicha investigación, un 62% de las personas consultadas reconocería sentir más ansiedad y estrés con el modo del teletrabajo que acudiendo a una oficina.
También sorprende que esto sea así en casos de aquellos trabajadores que tienen hijos. Las supuestas facilidades de combinar vida laboral y familia se tornarían menos amables en el medio y largo plazo, al asumir que ni se trabaja del todo bien ni se dedica tiempo de calidad de los hijos.
Por otro lado, acumular jornadas de teletrabajo sin contacto humano alguno, también contribuiría a la ansiedad. En cambio, hábitos como tomar algo después de trabajar con los compañeros, el conocido ‘afterwork’, las actividad de team building y las diversas anécdotas que surgen en el día a día de una oficina presencial, no solo reducen esa ansiedad sino que aumentan la sensación de apego y, a la postre, el bienestar personal.¿Crees que nos hemos dejado alguna de las ventajas y desventajas del teletrabajo?
Dicho esto, ¿aún no conoces nuestras instalaciones? Cuando quieras, programamos una visita. Presencial, por supuesto ; )
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