Tendencias de la IA para 2024 en el trabajo

Para conocer por dónde irán los tiros de la Inteligencia Artificial y de los desarrollos tecnológicos que nos harán la vida laboral más fácil en el futuro, podéis encontrar información de utilidad en las novedades que se presentaron en el último Mobile World Congress (MWC24).

Una de ellas es Copilot, un programa que, aplicado en Microsoft 365, ofrece un sinfín de adelantos que van más allá de la productividad individual. Como si el concepto ‘personal computer’ quedará obsoleto y ahora primará el interés de toda una organización, gracias a aplicaciones diseñadas para mejorar la eficiencia, innovación y la productividad de toda una compañía. Al menos, así ‘venden’ la nueva criatura del gigante tecnológico Microsoft, decidido a contribuir en la mejora de los procesos en entornos de trabajo.

¿Otro ejemplo? La posibilidad de que Copilot resuma en apenas unos párrafos o segundos de audio el contenido de toda una reunión por Teams. O que te comprima la agenda de tal manera que puedas consultarla de un vistazo, entre otras pequeñas tareas que minimicen el tiempo que dedicas a las tareas más monótonas del día y te puedas centrar en aquellas más estimulantes.

La IA y el procesamiento del lenguaje natural

Más allá de estos avances en ofimática que, sin duda, pueden aliviar importantes cargas de trabajo, la IA se expande en muchas direcciones. Una de ellas es la relacionada con la voz natural y su procesamiento. Un avance que se conoce en inglés como Natural Language Processing (NPL), se estima que el mercado de las aplicaciones relacionadas con la voz tenga un valor, en 2024, de más de 40.000 millones de dólares, según estos cálculos. 

¿Y cómo puede ayudarnos el procesamiento de la voz en nuestro trabajo? Las aplicaciones son muchas. Si podemos pedir a Siri o Alexa que nos busque tal o cual canción o, si contamos con ciertas aplicaciones domóticas, que encienda la calefacción media hora antes de llegar a casa para caldearla, la posibilidades en nuestro entorno de trabajo son muchas. Por ejemplo, para indicar a nuestro ordenador qué queremos hacer, de un modo más afinado que nunca: desde abrir o cerrar un documento, a enviar un mail, programar una cita en el calendario, agendar una reunión por Teams, etc.

Una de las muchas revoluciones tecnológicas que se encuentran en sus albores y que también tendrán su aplicación práctica en el análisis de texto, de contenido. Es decir, la IA podrá analizar el contenido de una reunión, al reconocer las distintas voces, pero también extraer conclusiones de los tonos, las repeticiones, el énfasis, los acentos y más elementos que conforman el discurso, y así extraer conclusiones de valor.

Todo esto influirá también en la configuración de los espacios físicos de trabajo, que serán cada vez más flexibles, más versátiles.

El retorno de los chatbots

Entendemos los chatbots como esa Inteligencia Artificial que responde a las preguntas que podamos formularle. Si eso ya nos parecía sofisticado, la nueva generación de chatbots (entre los que se encuentran las últimas actualizaciones de ChatGPT) dejará enseguida obsoletos a los actuales. 

Como señala este artículo de The New York Times, los nuevos chatbots «irán mucho más allá del texto digital y manejarán fotos, videos, diagramas, gráficos y otros medios». Además, su comportamiento se parecerá cada vez más al razonamiento humano, y se ampliarán las posibilidades en campos como las matemáticas y la ciencia.

Si hace poco nos preguntábamos cómo serían los laboratorios del futuro, todo indica que tendrán en cuenta a estos chatbots cada vez más inteligentes y resolutivos. Así, 2024 se prevé como un año de especial avance en este campo, gracias al empuje inversor de empresas como OpenAI y Google.

Además de las empresas científicas que quieran manejar más información y datos con estos recursos, las compañías de contenidos, marketing, publicidad y social media se verán beneficiadas por las ventajas que ofrecen los nuevos chatbots.

La IA se empleará (como ya se emplea) en distintos tipos de trabajos, áreas y sectores. Por ejemplo, los departamentos de Recursos Humanos de las grandes empresas verán transformados sus procesos gracias al ahorro de tiempo y agilidad en los procesos que ofrece la Inteligencia Artificial. El control de la actividad laboral, como las bajas, altas, vacaciones, etc, será mucho más ágil, pero también la generación de nóminas gracias a los procesos automatizados, así como los procesos para la captación de talento y análisis de los distintos perfiles profesionales.

Como toda revolución tecnológica, el auge de la IA no solo nos hará modificar nuestra relación con las máquinas, sino que implica también un cambio de mentalidad.

Un nuevo y apasionante horizonte del que Kudos ya forma parte. ¿Vienes a conocernos y hablamos de las posibilidades de la IA en tus proyectos profesionales?